Durante el embarazo, la presión arterial puede modificarse por diversos factores, como lo son: la hora del día, la actividad física, estados de ansiedad o agitación e incluso las posturas adoptadas por la madre.1
La presión elevada o hipertensión arterial (HTA) es considerada la causa con más impacto en la generación de complicaciones tanto para la madre como para el bebé.1 Cabe mencionar que esta enfermedad requiere de un control minucioso durante todo el embarazo, de la mano de un médico.2
En ocasiones la hipertensión arterial puede estar presente desde antes del embarazo; a esto se le llama hipertensión crónica, a diferencia de la hipertensión del embarazo que se hace presente hacia las 20 semanas de embarazo.2
¿Qué riesgos existen cuando una mujer embarazada tiene hipertensión arterial?
En la mujer embarazada, la HTA se asocia a importantes complicaciones, que ponen en grave peligro la salud de la madre y del feto.1
Entre las repercusiones más frecuentes están aquellas que afectan la circulación sanguínea entre la madre y el bebé, afecciones directas sobre la placenta, retraso en el crecimiento del bebé, lesión de diversos órganos e incluso la afección del momento del parto, provocando un parto prematuro.2
¿Qué se puede hacer para prevenir complicaciones en caso de presentar hipertensión en el embarazo?
Lo más importante es acudir a las citas médicas de valoración prenatal con un médico, seguir las indicaciones médicas de manejo, mantener una actividad física según lo recomiende el médico tratante, optar por planes alimenticios saludables; aquí un especialista de la nutrición puede aportar gran información y por último, pero muy importante, evitar lo que no esté permitido como fumar, tomar alcohol o automedicarse.2
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GCMA: PP-MCM-MEX-1748
Fuentes:
- Gomez AE. Hipertensión arterial y embarazo. [Internet]. Farmacia Profesional. 2005;19(11):44-47.
- MayoClinic.Embarazosemanaasemana.[Internet]2020.Páginaweb. Consultado el 02 de agosto de 2021.
